Carlsen jugó un gambito con ...d5 en una anti-Marshall y comenzó una batalla altamente teórica. Pusieron rumbo a un final con alfiles de colores opuestos, totalmente igualado tras 32 movimientos. Tras hora y media, firmaron las tablas.
Carlsen y Karjakin, por diferentes motivos, estaban satisfechos con el resultado. El campeón porque necesitaba calmar sus nervios después de desperdiciar varias oportunidades de victoria y no dominar el marcador del encuentro, algo a lo que no está acostumbrado. El aspirante porque cada día que pasa sin perder en un paso más en su intento por recuperar el título para su país. De momento, 3-3 a falta de 6 partidas.
El peor enemigo son los fantasmas de uno mismo. Esta reflexión explicada, contada o narrada de cientos de maneras diferentes a lo largo de los siglos provoca en el ajedrez, espejo de la vida, impaciencia y precipitación. Por eso, los entrenadores de la antigua Unión Soviética recomendaban después de una derrota unas tablas rápidas para tratar de recuperar el equilibrio. Y en el caso de Carlsen, no por perder sino por no ganar. El noruego lo necesita a la vista, entre otras cosas, de la irritabilidad mostrada en la conferencia de prensa del jueves tras firmar tablas en la quinta partida. Cuando no está conforme consigo mismo reacciona con agresividad, y para eso nada mejor que un poco de tiempo para curar heridas. Karjakin, por su parte, no se sale un milímetro del guion establecido. Quizá podía haber intentado buscar alguna posición para provocar al campeón del mundo; sin embargo, prefiere no asumir riesgos, en un plan muy bien pensado por su equipo, capitaneado por Yuri Dojoian, antiguo jefe de analistas de Kasparov. Hasta el momento, Carlsen no está satisfecho y Kajakin parece feliz. La estrategia del pescador está superando a la del cazador.
El peor enemigo son los fantasmas de uno mismo. Esta reflexión explicada, contada o narrada de cientos de maneras diferentes a lo largo de los siglos provoca en el ajedrez, espejo de la vida, impaciencia y precipitación. Por eso, los entrenadores de la antigua Unión Soviética recomendaban después de una derrota unas tablas rápidas para tratar de recuperar el equilibrio. Y en el caso de Carlsen, no por perder sino por no ganar. El noruego lo necesita a la vista, entre otras cosas, de la irritabilidad mostrada en la conferencia de prensa del jueves tras firmar tablas en la quinta partida. Cuando no está conforme consigo mismo reacciona con agresividad, y para eso nada mejor que un poco de tiempo para curar heridas. Karjakin, por su parte, no se sale un milímetro del guion establecido. Quizá podía haber intentado buscar alguna posición para provocar al campeón del mundo; sin embargo, prefiere no asumir riesgos, en un plan muy bien pensado por su equipo, capitaneado por Yuri Dojoian, antiguo jefe de analistas de Kasparov. Hasta el momento, Carlsen no está satisfecho y Kajakin parece feliz. La estrategia del pescador está superando a la del cazador.
La sexta partida no tuvo mayor historia. En la jugada 14, Carlsen, con las piezas negras, realizó una novedad teórica contra la que Karjakin no encontró nada para luchar por la iniciativa. Cambios de piezas y un final de damas con alfiles de diferente color que impuso el empate como único resultado posible. El domingo, a partir de las 20 horas, se disputará la séptima partida.
KARJAKIN-CARLSEN
Campeonato del Mundo, 6ª partida
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 a6 4.Aa4 Cf6 5.0-0 Ae7 6.Te1 b5 7.Ab3 0-0 8.h3 Ab7 9.d3 d5 10.exd5 Cxd5 11.Cxe5 Cd4 12.Cc3 Cb4 13.Af4 Cxb3 14.axb3 c5 15.Ce4 f6 16.Cf3 f5 17.Ceg5 Axg5 18.Cxg5 h6 19.Ce6 Dd5 20.f3 Tfe8 21.Te5 Dd6 22.c3 Txe6 23.Txe6 Dxe6 24.cxb4 cxb4 25.Tc1 Tc8 26.Txc8+ Dxc8 27.De1 Dd7 28.Rh2 a5 29.De3 Ad5 30.Db6 Axb3 31.Dxa5 Dxd3 32.Dxb4 Ae6, tablas. (0,5-0,5).
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